26 de enero de 2008

¿Qué pasa en Asia?

Ni el Ché, ni Gandhi, ni Mandela, ni Forrest Gump, ni John Lennon, ni tampoco Picasso, Elvis, los Kennedy, y mucho menos toda la cuerda de miserables que han sido gobernantes y genocidas que provocaron guerras y genocidios durante el siglo pasado son para mi el personaje más importante del siglo XX. Cada uno tenemos el nuestro, para mi sin duda alguna fue un tal Pedro Arrupe. Y eso que ni sale en los personajes del siglo XX en internet (para que veais hasta qué punto soy rarito).
Fue un sobreviviente de la bomba de Hirosima, ya que una parte importante de su vida transcurrió en Asia, en el Japón. Cuando volvió a occidente, catalizó un gran terremoto entre sus compañeros, hasta tal punto que 40 años después el efecto del seísmo se siente todavía en forma de esperanza y lucha en muchas favelas, en muchos cerros, en cientos de campos de refugiados, en cientos de miles de áreas rurales machadas por la injusticia, se nota desde el altiplano andino, hasta la selva amazónica, desde Catuche en Caracas hasta la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en el San Salvador. Desde América Latina hasta el Japón. Yo lo he visto con mis propios ojos lo que os digo. Sus palabras acerca de cómo vivir trabajando para los pobres (=los que más sufren), sigue siendo de una vigencia brutal:

En este mundo en que tantos mueren de hambre, (...). Debemos hacer un serio esfuerzo por reducir el consumismo; sentir efectos reales de la pobreza, tener un tenor de vida como el de las familias de condición modesta…examinar capítulos de comidas, bebidas, vestuario, habitación, viajes, vacaciones… (Decreto 12).
En este mundo de hoy, donde la jerarquía de la iglesia es de lo más retrógrado, conservador y lejos de la esencia cristiana, parece que los "compañeros de Jesús" han vuelto la mirada a Pedro Arrupe, han buscado de nuevo en Asia. Un aliento asiático de esperanza, una bocanada de alegría han recorrido muchas áreas de refugiados, muchas aldeas campesinas, un sinfín de ranchos, favelas, cabañas y churuatas. Desde el fin de semana pasado Adolfo Nicolás, es el 29 sucesor de Ignacio, auténtico acontecimiento que viví de manera apasionada, muy lejos de donde quería haber estado: La Pastora, Caracas. De nuevo, fui un catuchero en Vietnam.

Él también va de Asia. No sé si acá está la esperanza de Occidente, si acá está el reservorio de principios y convicciones que estamos perdiendo y algunos necesitamos encontrar. Desde luego yo no lo estoy encontrando acá, más bien lo he traído de allá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Wuando nos vas a contar algo nuevo, buen hombre ????
Abrazos
Cuajo