23 de mayo de 2008

Sección mi vida en Hoa Binh (1): LA RAMONA

Quienes tuvieron el inmenso honor de conocer a mi "Ramón", el flamante R-4 furgoneta que durante más de un lustro fue mi inseparable compañero de fatigas en los campos españoles, seguro que se les pondrá un nudo en la garganta, incluso alguna lágrima caerá al conocer a "la Ramona".
"La Ramona" es mi segunda compañera más fiel en Hoa Binh, con la que paso los mejores momentos, y con la que rememoro esa relación especial e histórica que tuvieron Indurain con su "espada".
La "Ramona" fue mi autoregalo de cumpleaños el año pasado, y estoy encantado con ella. Ahora que tenemos buen tiempo, los días que tengo que liberar endorfinas, o simplemente quiero disfrutar de los alrededores de Hoa Binh y que me de el aire, solo me tengo que equipar con mis gafas "pofesionales" "p-adidas" (por supuesto falsas), enfundarme mis pantalones cortos roñosos que heredé de mi hermana...... y "la Ramona" y yo nos hacemos verdaderos etapones entre los arrozales que rodean a la ciudad, o bordeando la ribera del río "Son Da".

Somos realmente la expectación de la comarca, la verdadera nota exótica. A medida que vamos chupando kilómetros y kilómetros (bueno, no tantos, pero si algunos, siempre evitando desniveles superiores al 3%), la población se arremolina en la cuneta para vernos pasar a dos verdaderos gladiadores del asfalto. Podriais pensar que estos hoabineros son unos auténticos fans del giro, vuelta o tour, pero no, no se agolpan a lo largo de la carretera para darnos su aliento, sino para partirse de risa de ver a un guiri mastodóntico subido en una xe dap (=bicicleta), o en el mejor de los casos para que los niños practiquen su sempiterno "hello" mientras saludan con la mano y nos regalan una sonrisa (a veces sustituida por una carcajada)...... Mientras yo y la ramona, cada vez que asoma un repecho, al mejor estilo de D. Quijote con los molinos de viento, cambio las cuestas de Hoa Binh por las rampas del Col du Tuomalet, mi nombre por el de Marino o mi apellido por Indurain, los búfalos por las motos que llevan a los cámaras, y los niños se convierten en abigarrados y entusiastas fans que con ikurriñas y botellas de agua nos dan todo para superar esos porcentajes inhumanos.

Como cualquier profesional, yo tengo contratado mi propio equipo técnico que me hace el mantenimiento de "la Ramona", con un jefe de ingenieros con mucha experiencia(ver foto de la izquierda), y contamos con los medios más sofisticados para el apropiado mantenimiento de la maquina (foto derecha).





Algunos pensareis que he traicionado a "excalibur", pero es que en Hoa Binh nadie quiere jugar al pinpon con alguien tan malo, y eso que mis progresos se podían considerar de notables.

Además, con "la Ramona", existe una segunda parte lujuriosa de placer. Si queréis conocerla, visitad el blog dentro de unos días....

11 de mayo de 2008

¡Bienvenido, aunque nunca te fuiste!


Nunca te fuiste, nunca me fui. Simplemente estuvimos ocupados ambos.


Atardecer sobre el río Mekong, en Sambor (Cambodia). 10/02/2008

Parece que ha sido un sueño, como si no hubiera pasado nada desde que colgué la última entrada. Quisiera contarte todas las cosas que he vivido en estos más de 3 meses, para que no te pierdas nunca más peripecias por estos rincones del mundo. Voy a recurrir a la mañida frase que vale más una imagen que mil palabras, para contarte, para que veas.

A principios de Febrero fui a Camboya, entre el 5 y el 11 de Febrero, concretamente a las provincias de Kratie y Stung Treng, presuntamente "a trabajar", mira dónde;
Posadero de garzas y cormoranes en medio del río Mekong. 10/02/2008


Rápidos del río Mekong entre Laos y Camboya. 10/02/2008

Me imagino que te preguntas qué coño hago en estos sitios, pues es muy fácil explicártelo si miras con detenimiento mi frenética actividad en la foto adjunta a estas palabras. Como podrás comprobar, tal como expliquué en este blog anteriormente, se requiere una técnica y una habilidad envidiable, que pocos tenemos.

Después de Camboya, volví a Vietnam, del 12 al 19 de Febrero, para una muy importante misión en la Reserva Natural en la que trabajo. Básicamente mi función era mostrar el trabajo realizado en el tiempo que llevo en Vietnam, y vaya si lo mostré;



Estuve escinificando mi mayor logro en mi trabajo en Vietnam; adaptar la canción "tengo una vaca lechera ...... tolón, tolón", a "tengo una vaca lechera to toc, to tooooc, to toc to tooooc" ya que acá los cencerros son de bambú, y hacen un sonido muy característico y especial.

Tras esta semanita en Vietnam, regresé a Camboya desde el 19 de febrero al 2 de marzo para una misión real. Primeramente estuve algo ocupado en Phonm Penh (abstenerse republicanos el pinchar el enlace).

Acto seguido, volví a mi medio natural, como un pajarillo que recupera la libertad, y estuve 10 días expuesto a las más terribles de las amenazas en las zonas más recónditas, aisladas y despobladas de Camboya, Ratanakiri y Mondulkiri.






Los peligros a los que me expuse fueron incontables a tenor de algunos. Como se puede apreciar yo era totalmente consciente de ellos. El caso es que os puedo comentar que Ratanakiri y Mondulkiri son dos provincias muy particulares y especiales, y que recomiendo que se visiten si se quiere ver cómo se está esquilmando los últimos paraisos forestales del Sudeste asático, conocer minorías étnicas y disfrutar de los últimos rincones donde se llega tragando polvo y sin asfalto.


Lago de Yeak Laom, un cráter volcánico hecho lago. 25/02/2008



Después de Camboya, regresé a Vietnam a seguir sufriendo y dando todo lo mejor. Dentro de mis actividades, está la de viajar en los triciclos (las motos con la mole que soy no parecen motos) e ir descubriendo rincones del norte de Vietnam. La verdad que esta sana costumbre la tengo a cuentagotas porque este inicio de año está siendo tremendo, pero gracias a mi ladilla particular, pude hacer alguna escapa.
Alrededores del PN de Cuc Phuong. 8/03/2008

Descanso en una pagoda de Ha Tay. 9/03/2008



Y desde marzo estoy en mi "puesto de trabajo para el que vine asignado a Vietnam", en el que cada vez me siento más identificado y arraigado. A veces me dan ganas de internarme en su selva, dejarme devorar por sus brumas, y flotar en la paz que se respira.



Sin embargo, de repente me acuerdo que tengo que salir y escribir unas letras en el blog, porque al otro lado estás tú.