18 de septiembre de 2017

Y otro año juntos

Nuestra cascada

Mi querido Pichín. Un año más, que ha sido de lo más especial. Te imagino como siempre, observándome con esa sonrisa de pillín, y diciendo ¡pichín, ahora sí que la has liado!. Te imagino contento y feliz por todo lo que estamos viviendo, como siempre dijimos, con valentía, con libertad, siempre haciendo caso a lo que dicta el corazón. Sigo bebiendo de ti, de lo que hablamos, y de todo lo que pudimos sentir. Sigues habitando muchas habitaciones dentro de mí, y siempre, siempre, estás acompañándome. En lo bueno, y en lo malo. Disfrutando, como siempre dijimos que estaríamos. 

Hoy sé que nos confabulas no a pocas personas para que nos sintamos unidas por ti, por todo lo que nos has dado y dejado. Sé que hoy formo parte de un grupo de personas que celebramos que te conocimos y que te queremos porque nos diste a cada uno algo muy especial: la más auténtica de las amistades, pasión y sentimiento. 

Un día más, celebro haberte conocido y que me regalaras tanto. 

Un abrazo fraterno y eterno pichín!



16 de enero de 2017

NUNCA TE IRÁS PICHÍN

Penúltimo atardecer de Seru en el año 2016.


¡Mi querido Pichín!, 

Aquí me tienes, en tu espacio y tu ventana, que ahora también compartes con Eva, a la que debo tanto y estoy en deuda. Nunca te has ido y nunca te irás, estás entre nosotros, a los que nos tocaste con tu corazón para siempre. Hoy quiero decirte que lo voy a hacer. Estoy muy feliz de hacerlo, y de la manera que lo estoy haciendo y con quien lo estoy haciendo. Sé que te encanta que lo esté haciendo. Se te ha borrado ya la angustia, se ha tornado felicidad de verme así. Estoy muy feliz, y solo me gustaría que me des tu beneplácito, aunque estoy seguro que lo tengo. Quiero que sepas que te tengo muy presente en estos momentos, que nunca has dejado de estar, y que siempre siempre estás a mi lado. 
Desde esta año esta ventana es compartida con Eva, a la que estoy en deuda, y a la que queda legada tanto sentimiento. Para ella también va dedicado este sitio, Eva, hace tiempo que tengo que irte a ver, siento que lo quiero hacer, que lo necesito. No dejes de enviarme todo lo que me mandas en cada escrito, en cada correo, en cada frase cargada de tanto sentimiento. 
Ya ves pichín, la cadena que has dejado, tan fuerte, tan bonita, tan inquebrantable. Es y será de lo más bonito. 
Y la felicidad será  compartida, contigo, con la cadena que dejaste para siempre. 
Desde tu sitio, NUNCA TE IRÁS PICHÍN!