16 de abril de 2007

Eskalivur tizona o de cómo los vietnamitas te conquistan el corazón

Del lago Hoan Kiem, pegado a mi casa, existe la versión vietnamita de la leyenda del Rey Arturo y su espada "Excalibur", magníficamente contada en un artículo de El País, que os aconsejo porque cuenta cosas muy reales de Hanoi.
Bueno, el caso es que después de varios siglos, tuvo que venir uno de La Adrada para que volviera a emerger de las aguas del lago Hoan Kiem la espada que va a barrer del campo de batalla a todo osado e incauto que quiera retarme: la "eskalivur-tizona".




Y es que la semana pasada, en el fragor de la batalla jugando al bong ban, partí mi raquetilla baratilla que me compré hace unos meses para iniciarme en el noble y excitante arte del bong ban, en un punto a cara de perro contra mi contricante asiduo, y que como casi siempre, perdí. A pesar de jugar como nunca, perdí como siempre como buen atlético.

El caso es que llegó la señora que regenta el campo de batalla (ya os hablé de el sitio y esta familia en este blog), y me regaló a "eskalivur-tizona", e insistió tantísimo que era un regalo suyo, que tuve que agarrarla con firmeza y emergerla del lago, donde tanto tiempo ha estado descansando para empuñarla como el nuevo rey del bong ban. ¡Qué tiemblen ahora españoles y vietnamitas que tengo un arma de ganar puntos tras puntos!.

Y es que no os podeis imaginar lo amistosos, amables, simpáticos y buena gente que hay entre los vietnamitas. Me da un poco de rabia y tristeza cuando esos neo-conquistadores que han aparecido en estos tiempos que corren, hacen juicios a la ligera sobre un pueblo o una cultura, creyéndose que saben todo sobre ello por una presunta sabiduría y experiencia adquirida por haber leído cuatro cosas en internet, o alguna guía escrita por otro de ellos, y haber viajado como astronautas al sitio en cuestión los días justos que permiten los trabajos de ahora. He oido decir que los vietnamitas son gente dura, inaccesible, distante, y que te intentan meter el engaño a menos de nada. Mi experiencia en estos casi 9 meses de convivencia (vivo en un vecindario vietnamita, suelo ir a sitios vietnamitas, y mis tiempos y actividades de ocio en Hanoi no difieren en casi nada cuando no tengo visitas de lo que hacen otros vietnamitas de clase media -salvo llevar a la novia en la grupa de la moto, porque yo debo ser el único sin novia o mujer de mi edad-), es que son gente extremadamente amables, siempre dispuestas al encuentro, al contacto, a la broma y la sonrisa. Son personas con un gran sentido del humor, y tremendamente asequibles, que enseguida te invitan a compartir una comida de amigos, unas cervezas. Y sino que me lo digan a mi, que no hablo nada de vietnamita pero estoy bromeando todo el día con ellos, y me siento como pez en el agua entre ellos. Y además, creo que son tremendamente duros en todos los sentidos, y prueba de ello es que ni chinos, ni franceses, ni jemeres ni gringos han podido con ellos.

Y me está brotando un hondo sentimiento de respeto y admiración por su cultura, sus costumbres, un profundo sentimiento de solidaridad por su historia reciente, una admiración por muchos valores que atesoran, pero por encima de todo, un sincero agradecimiento.

Por supuesto no todo desde mi punto de vista es maravilloso. No trago el machismo social que existe en Vietnam, el sentimiento excluyente existente con las minorías étnicas, y algunas cosas más, pero haber, decidme, ¿qué puedo decir yo que vengo de un sitio donde mueren mujeres semana si, y semana también a manos de unos tiparracos, o donde se tiene la idea que se tiene de los gitanos o los emigrantes que llegan ahora a esta España acomodada?.

Es tan fácil ver la mota en el ojo ajeno...

(Gracias al artista pucelano-sevillano por la virguería que ha hecho con la foto de mi espada)



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tus cartas. Están haciendo Historia. Qué pena que no te podamos clonar para mandarte a cada país del mundo para ser nuestros ojos!
Un abrazo del "Cuajo" (pronombre de Juaco)

Anónimo dijo...

Sí... vale, lo hice yo.... pero me amenazó con enviarme una morcilla del pais si no lo hacía.

el artista pucelano-sevillano

Luis Santiago dijo...

Juaquillo, poco me quieres si me quieres tan lejos de Patones. Espérate a las siguientes entradas, que voy a seguir describiendo mi experiencia con los vietnamitas antes de seguir con la sección de cutre-viajes.

Y a ti Comandante ZzZzZzZzZzZ (creo que están todas puestas), de todas maneras te has ganado unas morcillitas de caniche porque te has superado macho.

Como me gusta que al menos vosotros utiliceis el recurso de los comentarios del blog, gracias.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Otra más en el bote....estoy segura de que a todo el mundo le gustaría una sección de no como te roban a ti el corazón sino de la ristra de corazones de mujeres vietnamitas que arrastras. La de hombres vietnamitas para más adelante...jejeje.

Miss Chocolate

PD: votos a favor??
PDD: se me ha revuelto el estómago sólo con leer lo de las morcillas

Luis Santiago dijo...

Mi Miss Chocolate, queda usted advertida, sabe que no puede competir conmigo (y no me diga "mira cómo tiemblo").

Además usted si que debería estar calladita, porque parte de su corazón lo tiene robado acá, en una calle hanoiana con restaurancitos, en Dalat...

Muchísimos besos

Anónimo dijo...

BUENO, YA HA PASADO UN MES DESDE QUE NOS ANUNCIASTES EL RESURGIMIENTO DE "ESKALIVUR TIZONA" Y NO HAY NOTICIAS DE QUE EN LAS SIGUIENTES "BATALLAS" HUBIERAS VENCIDO... MUCHO ME TEMO QUE LA EMOCIÓN DEL PRIMER DÍA PRONTO SE ESFUMÓ POR LA CRUDA REALIDAD...
PARA QUE ALGÚN VIETNAMITA GANE, TIENE QUE HABER ALGÚN ESPAÑOLITO QUE PIERDA.
UN ABRAZO

Luis Santiago dijo...

Queridísimo Rafa!!!!, ¿qué tal todo amigo?,

Como bien sospechas, con la eskalivur tizona sigo siendo un maravilloso atlético; juego como nunca, y pierdo como siempre.

Muchos cambios en mi trabajo me han hecho estar alejado del blog, pero aseguro actualización hoy o mañana.