8 de mayo de 2007

La amistad universal encontrada en Vietnam (The universal friendship found in Vietnam)

...Siguiendo con el tema del día anterior, sobre los vietnamitas y Vietnam.
Creo que es el momento en el que os tengo que presentar a dos personas que han hecho posible que mi vida en Vietnam sea como está siendo, y que son imprescindibles en mi vida actual. Ellos son Minh y Quang, quienes me han mostrado la universalidad de la amistad del ser humano independientemente de culturas y lenguas. Un aprendizaje que ha sido de lo más enriquecedor en el tiempo que llevo acá.


Solo puedo escribir de ellos palabras de gratitud y reconocimiento por la amistad y ayuda que me han mostrado desde el mismo momento que pisé tierras indochinas por primera vez, en marzo de 2006, cuando les conocí. Quang, por entonces consultor independiente que trabajaba para Fauna y Flora Internacional (FFI) y Minh consultora contratada en la Agencia Española de Cooperación Internacional en Hanoi. Les traté realmente poco (un par de días o tres, de los 10 que estuve en Vietnam en aquel viaje), pero me quedó un grato recuerdo.

Pero no me podía imaginar que Quang y Minh se convirtieran en casi "todo" cuando volví para vivir y trabajar en Vietnam, y me han sido de un apoyo que nunca anteriormente había necesitado de nadie, porque nunca me había visto en una situación que toda la vida a mi alrededor me sonara a "vietnamita".

No sé si os habéis puesto en mi lugar, pero para vivir acá (más al principio), te conviertes en un bebé, totalmente desvalido, y que tienes que confiar o depender totalmente de alguien para cualquier cosa cotidiana. Desde comprar un móvil, negociar el alquiler de una casa (no os podéis imaginar de qué manera Minh negoció cada detalle que tenía que incluirme los caseros en mi casa antes de entrar, incluso el nº de almohadas y cucharas), que te expliquen por qué la gente de repente se pone a quemar billetes falsos de dólar en las aceras, a qué es debido el olor tan fuerte que tiene algunas calles que tienen restaurantes, el significado de la "Navidad" vietnamita, llamar a la casa de turismo rural que tengo para decir que voy a pasar algún día, y un montón de situaciones que se dan continuamente.....

Si vas a la estación de autobuses y se te avalancha un montón de gente (cobran comisión por billete de autobús que tu compras gracias a ellos), que te indican que el billete que va al Parque Nacional de Cuc Phuong se compra en ventanillas diferentes, pues solamente tienes que llamar a Quang al móvil para que hable con alguna taquillera, y después él te dice lo que ha hablado con la taquillera para que ella te indique la taquilla correcta si no es en la que ibas a comprar el billete. Si tengo que hablar con mi casero para explicarle que va a venir alguien o que quiero hacer una fiesta en casa, pues llamas a Minh para que le explique al casero que hay una tradición en España consistente que se hace una fiesta a los ancestros en la casa donde uno vive para recordarlos. Que quieres hacer un chimboviaje a algún sitio perdido de Vietnam, pues les llamas para que te averigüen cómo ir, y entonces te mandan un correo con toda la información precisa.

Pero hay mucho más. Quang y yo trabajamos juntos. Hemos tenido que diseñar cosas técnicas, convivir en el trabajo de campo durante días, hacer viajes de trabajo por el norte de Vietnam... han sido muchas horas de terreno y oficina. En el trabajo técnico, pocas veces me he encontrado a un compañero que tenga una visión tan similar del trabajo a realizar (a pesar que uno es de Venus y otro de marte). En el campo, pocas veces me lo ha pasado tan bien (salvo en Venezuela, claro) compartiendo con alguien el contacto y el trabajo con la gente como con Quang. Si tienes que beber xìo (vino de arroz) hasta llegar a la cirrosis total con la gente para poderles ganar la confianza y poder trabajar con ellos, pues Quang te explica cuánto de importante es y lo que significa en algunas minorías étnicas beber juntos, pero sobre todo te hace el "quite" cuando se percata que la gente ya pasa de brindar a intentar emborrachar al "guiri". También, tengo que depender de sus traducciones para saber lo que me cuentan y me dice la gente, por lo que más me vale confiar en él, además que confío en él. Dependo de Quang para saber desde lo que necesita un paisano, cuáles son los problemas que hay, cómo funcionan las cosas en Vietnam, hasta las condiciones de compra que te pone en un concesionario para comprar un coche para el proyecto.













Quang me ha enseñado que el sentido del humor es algo innnato de la condición humana, y no depende de las culturas. Bromeamos continuamente, podemos llegar a tener ataques de risa y no parar. Y como le digo a él, "imagínate si habláramos la misma lengua".... porque el pobre ha tenido que aprender mi particular "spanglish". Tenemos una complicidad inimaginable entre un vietnamita y un tipo de La Adrada.

Gracias a Quang y a Minh, he tenido un hogar donde llegar en Tet ("las Navidades Vietnamitas"), incluso con arrimaos, he tenido llamadas para saber cómo había llegado de los distintos viajes que he hecho, y he tenido alguien que me trae naranjas si estoy enfermo para hacerme zumos y meterme vitamina C para el cuerpo, y he tenido a unos amigos vietnamitas que han agasajado a la Fina (mi señora madre) sin envidiar para nada a la hospiltalidad y cariño criollo del trópico.
En estos días voy a tener la inmensa fortuna de vivir uno de los momentos más felices para ellos, el nacimiento de su primera hijita, un acontecimiento muy especial en la sociedad vietnamita. Sé que en el tiempo que esté en Vietnam voy a seguir compartiendo muchos momentos buenos con ellos, sé que cuando me vaya de Vietnam, parte de mi corazón se quedará con ellos, en la Indochina a la que tanto estoy empezando a deber.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta pensar en un bebé de 2 metros con careto del Santi buscando móvil en ... medio de una multitud de vietnamitas. Me encanta también ver tu evolución en la escritura, la voy notando desde hace años, estás logrando contar las cosas de una manera emocionante. Un abrazo. Cuajo