15 de junio de 2008

Hasta pronto con el corazón, MI ALBERTITO

Ahora estás llegando a España después de más de año y medio de sueño asiático. Solamente tú y yo sabemos cuántas conversaciones, cuántos momentos inolvidables de pinpon, de confesiones, de paisajes, de juerguecillas, de despedidas hemos pasado juntos....... hasta que ha llegado la tuya. Al abuelo le has dejado huella, le has dado el hermano pequeño que nunca tuve, le has hecho revivir el vacío afectivo que se siente solo raramente en este tipo de vida de cooperante porque tienes que hacerte de hormigón para acostumbrarte a las separaciones, a la distancia. No sé realmente cómo será Vietnam sin tí, sin nuestro pinpon con happy end en el bia hoi pijo, cómo serán mis fines de semana sin poderte llamar, quién me llamará abuelo con el cariño que tú me llamabas, ...... pero sé que he ganado un hermano pequeño, con el que he disfrutado y me "hermanado" (en el amplio sentido de la palabra), no he perdido un amigo. Nunca sabemos qué nos depara el futuro en este tipo de vida, pero espero que no seas un güevón, me lo has prometido. No espero nada de ti, ya sabes que me lo explicó Irene, pero sabes que me tendrás allá dónde esté, como ese abuelo con el que puedes contar para lo que quieras.
Solo me queda desearte lo mejor, que le eches valor a lo que merece la pena, y DARTE LAS GRACIAS POR DEJAR QUE FUERAS MI HERMANO PEQUEÑO. Hasta pronto.




























































1 comentario:

Unknown dijo...

Qué grandes personas os habéis juntado en la otra parte del mundo!!
Alberto, te deseo lo mejor!y ya sabes que para lo que quieras..
Un besazo a los dos
Belén