5 de noviembre de 2006

No todo es budismo y pagodas

Vivo en un sitio privilegiado en Hanoi como sabéis, a escasos metros de la catedral.


....Y cuando pensamos en religiones y filosofías de vida en Oriente, creemos que todo es budismo, confucionismo y otras corrientes más o menos espirituales. Pero el catolicismo también está presente, y un porcentaje no muy grande, pero si muy sentido de cristianos, habitamos estas tierras. Es emocionante sentir que hay personas que independientemente de la raza, y la cultura, y la lejanía unos de otros, compartimos una misma creencia religiosa.

Y de verdad que os aconsejo, aunque no seais creyentes, que si venís por acá, asistais a una misa en vietnamita. Los domingos se colapsa la plaza donde se encuentra la catedral de la cantidad de feligreses que se concentran devotamente a escuchar la misa. Hay tanta gente, que se sacan taburetes de plástico para escucharla desde la calle, y suelen poner una pantalla gigante fuera de la catedral para que la gente pueda seguir la misa.

Cuando se llena la plaza, la gente escucha la omilia desde sus motos. Es increible realmente ver lo que se forma, más aún si lo comparas con la misa dominguera española:
Ya en lo que es la misa, cuando la escuchas en vietnamita, y aunque no entiendes nada, la puedes ir siguiendo bastante bien, y sobre todo se puede sentir la religiosidad de la gente. Realmente uno siente eso que tantas veces ha oido de la "universalidad de la iglesia católica". He tenido la suerte de asistir a misas de la teología de la liberación en Centroamérica, a muchas misas de jesuitas en Venezuela en sitios de lo más humildes, y ahora también en la tierra donde vino Francisco Javier a extender el espíritu del amor universal al prójimo.
Para un occidental lo que más llama la atención es que la gente que asiste a misa no solamente son personas mayores, muchos son jóvenes, incluso niños. Mucha gente se descalza y ponen los pies en el reclinatorio del banco anterior, y puedes ver a casi todo el mundo descalzo en misa.
También es curioso las filas de personas que se forman delante del confesionario durante la misa, pero quizás lo más curioso es cómo nos damos la paz: con una reverencia inclinando la cabeza, de lo más oriental.
Creo que mucho tendríamos que aprender de cómo se vive la religión acá. Porque al lado de la catedral hay varias pagodas, y el respeto ecuménico entre todas las religiones y corrientes filosóficas es total. Como dice mi cura-amigo bananero Joseito sj, lo importante no es cómo llegar a Dios, sino llegar a Él. Y quizás esta tierra es un ejemplo de ello.
Yo voy a tener la suerte de vivir una Nochebuena con católicos vietnamitas, y me siento afortunado por ello.

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